"La virtualidad es una dimensión mística, la dimensión de la presencia sin cuerpo, de la comunicación directa de la mente con la mente, del conocimiento sin intermediarios."
(Mark Poster, What's the Matter with the Internet?, 2001).
Mark Poster fue un reconocido teórico de los medios de comunicación y la cultura, que exploró los efectos de la tecnología en la sociedad actual. En su libro "What's the Matter with the Internet?", Poster reflexiona sobre cómo los avances informáticos han cambiado nuestra percepción del espacio-tiempo y la relación directa con la dimensión mística de la existencia humana. El autor entabla una conexión entre virtualidad y misticismo: sugiere que ambas se relacionan con la experiencia directa e inmediata de la mente sin el cuerpo. El concepto de "mente sin cuerpo" de Mark Poster se refiere a la forma en que la tecnología digital está transformando nuestra comprensión de identidad, cuerpo y mente. En su obra "The Second Media Age", sostiene que la informática ha creado una nueva forma de identidad que va más allá de la persona física, que está más centrada en la mente y la información. Deconstrucciones contemporáneas que son creadas + proliferadas + normalizadas = adoptadas por las redes virtuales.
Bajo este sentido, Poster argumenta que la mente humana está siendo cada vez más separada de la materia debido a la creciente importancia de la digitalización en nuestra vida cotidiana. Pero, ¿Qué quiere decir eso?. Esto significa que la identidad de las personas ya no se basa únicamente en su cuerpo físico, sino también en la información que comparten - crean en línea.
La Real Academia Española define misticismo como una "doctrina que enseña la comunicación directa e inmediata del alma con Dios", sin intervención de ningún intermediario ni de ningún sacramento ni rito y cualidad de lo que se considera inaccesible al conocimiento racional. Por su parte, la RAE explica virtualidad como una "realidad aparente", que tiene existencia efectiva en la mente o en la imaginación de quien la concibe.
Misticismo y virtualidad; dos conceptos aparentemente opuestos, en la actualidad están conectados de diversas formas. Con el análisis anterior, sabemos que el misticismo se refiere a la búsqueda de una experiencia religiosa o espiritual que trasciende lo mundano, mientras que la virtualidad: al mundo digital y a la tecnología que nos permite estar conectados de forma constante en tiempo real. Ambas concepciones etéreos e inmateriales que tienen implicaciones significativas en nuestra forma de entender/relacionarnos con el mundo. Bajo este análisis, es que se establece una conexión directa en el contemporáneo colectivo, pues se deduce que ambos buscan trascender los límites del mundo físico y posiblemente acceder a otro tipo de realidad o algún plano más profundo y espiritual.
Un autor reconocido que aborda este tema es Ken Wilber, quien en su libro "La Conciencia sin
Fronteras" habla de cómo la tecnología puede utilizarse para facilitar el acceso a estados elevados de conciencia y para ayudar en la expansión del colectivo social.
En este contexto, la meditación es un ejemplo de experiencia inmersiva que se puede experimentar a través de la realidad virtual, pese a que se argumente también que meditar en consciencia implica estar presente en el momento y en el cuerpo, mientras que la virtualidad desconecta a los usuarios de la realidad, de sus sentidos humanos como la vista o noción espacio-temporal. La realidad cibernética actual, permite que personas acreedoras de aparatos vanguardistas como lentes VR HTC puedan encontrar alguna experiencia mística a través de ellos. Asimismo, Facebook, Instagram, Tiktok, Snapchat, Telegram , videojuegos en general, crean un sentido de comunidad y conexión equiparables a sentimientos experimentados en vivencias bajo sustancias capaces de alterar la percepción de la realidad.
En este sentido, el autor Erik Davis argumenta que: "La tecnología no es sólo una distracción sino que también es un canal, un medio para el acceso a estados alterados y a experiencias místicas" (Davis, 1998). Es cierto que en la actualidad, especialmente las redes sociales y sus entornos virtuales, pueden proporcionar experiencias que se asemejen a algún tipo de "conexión mística" que altera la percepción de la realidad para algunos usuarios. Las social networks permiten un enlace aparente con personas de diversas localidades geográficas. Esa creación de un sentido de comunidad puede ser muy poderoso para aquellos que en cualquier momento se sientan aislados en el mundo físico. Además, los videojuegos proyectan en sus jugadores mundos virtuales que pueden parecer muy realistas y envolventes, lo que es una experiencia emocionante y enriquecedora: inmersiva, que cambia el paradigma del espectador como ente activo de las obras/proyectos.
El argumento de Erik Davis de que la tecnología puede ser un medio para el acceso a estados
alterados con experiencias místicas resulta interesante, pero, es importante recordar que las experiencias místicas o alteradas en la percepción de la realidad tienen diferentes significados/propósitos en diversos contextos culturales - religiosos. Es decir, el universo digitalizado puede proporcionar experiencias que simulan auras metafísicas para algunos usuarios, pero para otros no. Además, el uso de tecnología para comprobar dichos estados asume sus propias limitaciones y riesgos ya que deben ser temas abordados con responsabilidad.
Sin embargo, desde otra perspectiva, también hay quienes argumentan que la virtualidad puede ser un obstáculo para experiencias profundas. El filósofo francés Jean Baudrillard reflexiona hace ya algunas décadas, sobre cómo lo virtual aleja al hombre de la realidad: "La virtualidad es un mundo sin raíces, sin significado, sin referente... un mundo que ha perdido el sentido de lo sagrado" (Baudrillard, 1995). Bajo dicho análisis, en el universo WorldWideWeb, se denota una forma de escapismo que en nada se relaciona con el misterio místico, una forma de ausencia esencial que nos impide unirnos a experiencias trascendentes.
Internet puede ser una herramienta útil para el acceso a encontrar hábitos nuevos y diferentes, pero no ha de reemplazar la conexión con lo tangible de la realidad. Para Baudrillard, la virtualidad es una forma de escapismo que nos aleja de toda experiencia directa - tangible de la realidad cotidiana fuera de cámaras. En lugar de buscar experiencias profundas y significativas en el mundo real, nos refugiamos en una atmósfera fácilmente cuidada, curada, cultivada para denotar la versión que más nos proporcione una gratificación instantánea pero siempre efímera. El reto es salir de ello pues nadie se encuentra exento. Hoy en día es una aseveración mencionar todas las nuevas ansiedades y necesidades psicológicas contemporáneas nacidas en la web.
La relación entre la tecnología - espiritualidad es compleja y multidimensional, depende en gran medida del uso que se haga de ella. Si se utiliza de manera consciente, equilibrada, la tecnología puede ser una herramienta útil para acceder a experiencias significativas o profundas. Por otro lado, si se utiliza automatizada e irracionalmente, la WorldWideWeb se convierte en un espejismo escapista que nos impide experimentar el mundo desde una visión genuina.
Sherry Turkle teórica reconocida, también ha explorado la relación entre misticismo y tecnología. En su libro "Alone Together", argumenta que lo virtual nos aleja de las relaciones interpersonales y de experiencias místicas: "La tecnología nos hace creer que podemos estar conectados en todo momento, pero en realidad nos desconecta de nosotros mismos y de los demás" (Turkle, 2011). Desde la óptica de Turkle, Internet crea la utopía de vinculación con el exterior, es decir, la digitalización de la vida nos ha llevado a una cultura de la conectividad constante o lo que he definido como Cultura Hiper, donde la disponibilidad inmediata, cambia la forma en que nos relacionamos en público y con nosotros mismos en un abuso de interacciones superficiales a través de pantallas las pantallas digitales de los dispositivos mediadores, esto limita nuestra capacidad de vincularnos con los demás a nivel emocional o compartir experiencias sin filtros escénicos. El cruce entre misticismo - virtualidad es un tema complejo y controversial. Mientras que algunos argumentan que la red ofrece una nueva forma de conexión espiritual, otros sugieren que nos aleja de experiencias metafísicas, por lo que es importante considerar cómo Internet ha cambiado nuestra relación con el mundo y encontrar armonía entre lo virtual / real.
Sin pasar por alto que el significado de misticismo depende de la perspectiva personal de cada individuo sin una una sola forma "correcta" de conectarse con lo divino. Internet puede ser una herramienta valiosa para la práctica de la espiritualidad, pero ha de reemplazar experiencias auténticas de la vida real. En resumen, el cruce entre el misticismo - virtualidad es un tema complejo que requiere una reflexión cuidadosa sobre el papel de la tecnología digital en nuestra vida y cómo la utilizamos para establecer conexión con temas más profundos para el hombre como la divinidad.
En conclusión, resulta necesario reflexionar sobre las prácticas que utilizamos para conectarnos con el exterior. La digitalización del cotidiano, puede ser una herramienta útil para facilitar la práctica de la espiritualidad, pero así mismo, puede ser una distracción que nos aleje de vivir a profundidad nuestra identidad personal o colectiva.
Bibliografía
Baudrillard, J. (1995). La transparencia del mal. Anagrama.
Davis, E. (1998). TechGnosis: Myth, Magic, and Mysticism in the Age of Information. Harmony Books.
Poster, M. (2001). What's the Matter with the Internet? University of Minnesota Press.
Real Academia Española. (2021). "Misticismo". En Diccionario de la lengua española (23.ª ed.).
Real Academia Española. (2021). "Virtualidad". En Diccionario de la lengua española (23.ª ed.).
Link https://dle.rae.es/virtualidad.
Taylor, Mark. (1995). Hacia una estética de la virtualidad.
Turkle, S. (2011). Alone Together: Why We Expect More from Technology and Less from Each Other. Basic Books.
Wilber, K. (2002). La Conciencia sin Fronteras: Una visión integral de la psicología, la espiritualidad y la política. Editorial Kairós.
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